Hoy, en la madrugada Nano decidió que cien años eran suficientes y agarró y se murió, en brazos de Lu.
Arturo Pérez-Reverte -que parece que conocía a Nano- acaba de escribir:
"No hay compañía más silenciosa y grata. No hay lealtad tan conmovedora como la de sus ojos atentos, sus lengüetazos y su trufa próxima y húmeda. Nada tan asombroso como la extrema perspicacia de un perro inteligente. No existe mejor alivio para la melancolía y la soledad que su compañía fiel, la seguridad de que moriría por ti, sacrificándose por una caricia o una palabra.
Ningún ser humano vale lo que un buen perro. Cuando desaparece un perro noble y valiente, el mundo se torna más oscuro. Más triste y más sucio."
Así lo despedía Lu:
Here I am waiting,
I'll have to leave soon
Why am I, holding on?
We knew this would come, we knew it all along
How did it, come so fast?
This is our last night but it's late
And I'm trying not to sleep
Cause I know, when I wake,
I will have to slip away
And when the daylight comes I'll have to go
But tonight I'm gonna hold you so close
...
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