jueves, 4 de agosto de 2016

El naranjo empecinado


Cada invierno, año a año, mamá, con su pesimismo discursivo habitual sentenciaba que esa era la última cosecha del naranjo. Razones no le faltaban, las ramas secas iban poco a poco imponiéndose a las vivas. Pero, empecinado, sigue deslumbrando con la cantidad de naranjas...



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