domingo, 2 de junio de 2013
Devolviendo a Marta a la naturaleza
Durante unos diez días Lucía amparó a una paloma adolescente que encontró debajo del edificio. Para asegurarse que lograría zafar de los gatos del barrio la subió y alimentó. Marta recibió como nombre y seguía a Lucía como un perro enredándose entre sus pies. La adoptó como madre!
Hoy la llevamos a casa de la abuela Alba, para soltarla en el fondo y que terminara el proceso de adaptación.
Suerte Marta!
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