lunes, 12 de mayo de 2014

Mamá recuerda a su mamá en el Día de la Madre. Y descubrimos algunas cosas sobre la calle Guaviyú





Ayer, mientras almorzábamos en casa de Adriana celebrando el Día de la Madre mamá hizo un comentario con consecuencias. 
Hasta los cuatro años -mientras sus padres vivieron- habitó con ellos frente a la casa donde vive ahora, Guaviyú 3128. En esta vivía su abuela materna. A veces su papá se iba a conversar allí. Cuando sucedía a mediodía era habitual que su mamá la mandara a la casa de enfrente: "Andá a buscar a papá que está lista la comida". 

Sucedía que en esa época, a principios de 1930 Guaviyú estaba cerrada por un campo con higueras, al fondo de un "conventillo" que daba sobre la calle Lorenzo Fernández. Por eso no había peligro para que un niño tan chico cruzara la calle, no había tránsito. A pesar de contar entonces sólo con tres o cuatro años a mamá le quedó fuertemente grabado el pedido de su madre, el cruce de la calle, el diálogo con su padre...

En esos momentos la calle era de tierra y, para llegar a Lorenzo Fernández por Bella Vista (ahora Antonio Machado) había que subir una lomita en la que se había dibujado un camino. En la conversación posterior terminamos concluyendo que cuando se iniciaron las obras de saneamiento y se hizo la calle de hormigón (yo tendría unos tres años) se demolió el conventillo y la calle quedó como la conocemos ahora.

Ya con la tarta de frutillas surgió que no conocíamos el significado de la palabra "Guaviyú". Google mediante conocímos al árbol indígena, de frutos azules, que da nombre a la calle. Hoy es una rareza al sur del Río Negro, aparentemente diezmado por el uso de su leña y por la preferencia hacia las variedades importadas. 
Ni la vegetación indígena se ha salvado de la colonización cultural... Aparentemente se está intentando revertir desde organismos de Gobierno, promoviendo su plantación.






 Dos ejemplares de Guaviyú en El Entrevero


Frutos de Guaviyú







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