Hace como un mes le regalé a Ema un delantal y un gorro haciendo juego y quedamos que lo ibamos a estrenar amasando ravioles. Con relleno verde, a pedido de Ema.
Por distintas razones pasaron algunos fines de semana que no pudimos concretar el encuentro en la cocina de casa.
Nadie pudo ver cómo le quedaban a Ema el gorro y el delantal porque sólo se lo iba a poner cuando llegara el momento de hacer los ravioles. Varios insistimos sin suerte:
- "son para hacer los ravioles", decía Ema
Ayer sí nos encontramos para amasar, lista la salsa de tomate y el relleno de espinaca, ricota, parmesano y nuez moscada desde la noche anterior.
Como si estuviera acostumbrada permitió que le atara el delantal -obviamente enorme- y le calzara el gorro.
De allí en más amasó con el palote, giró la manivela de la amasadora, rellenó ravioles, quitó el aire y el sobrante de masa, espolvoreó harina y se mantuvo muy atenta a todo el proceso.
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